
Anamika
La Fundación es para mí libertad, porque puedo ser Anamica, una niña alegre y divertida. Con ellos hago las cosas que pueden hacer los niños de mi edad: irme de excursión, gastar bromas a los monitores, quedarme hasta las tantas de la madrugada hablando de cosas importantes, cambiarnos de habitaciones entre risas y carreras para que no nos pillen, poner pasta de dientes en las caras de otros, tirarme por las dunas o una tirolina, reirme y compartir amistad con niños que no necesitan que yo les explique por qué no me baño en el mar o en la piscina o por qué tengo que abrigarme mucho o por qué estoy ingresada …..Ellos me comprenden sin palabras, saben lo que es el dolor y con ellos no tengo que esforzarme tanto para que me acepten con mis limitaciones y cuando hablamos de nuestra enfermedad sabemos que nos escuchan y nos comprenden.
En la fundación nos aceptamos por la persona que somos no por la pena o por estar malitos. Cuando voy con la fundación, nunca estoy sola por no poder hacer algo o por estar cansada, siempre tengo a mi lado a alguien en quien apoyarme, un monitor, un médico, una enfermera…ellos se quedan conmigo porque quieren de verdad estar ahí y me siento bien.
Hasta que les conocí yo no solía ir de excursión; siempre estaba mala o ingresada o los profesores no se atrevían a llevarme por si pasaba algo, por eso mi madre iba conmigo y se encargaba de darme medicinas, decidir si yo podía hacer ciertas actividades o quedarse a mi lado cuando los demás continuaban y yo no podía….. Por dolor, cansancio o lo que fuera, ¡ hasta en el mismo viaje de fin de curso se tuvo que venir! Y yo a mis padres les quiero muchísimo y me encanta salir con ellos, con sus amigos y la familia, que me adoran y me lo paso fenomenal, pero yo quería sentirme como los demás niños, tener mi pandilla y vivir un campamento, un viaje sin padres.
Había oído tantas historias divertidas de otros niños, que yo quería tenerlas y entonces apareció la fundación, y ..Fuí tan feliz!!!!!.Los médicos, las enfermeras, los monitores, ellos me cuidan, saben lo que puedo o no puedo hacer sin miedo, pero…es que lo hago…todo , todo!!!!
Yo creo que alguién o algo nos protege cuando vamos con la funda y hacemos todas las locuras divertidas que hacen los demás niños, por eso digo que para mí la funda es libertad!!!
Mis mejores amigos, los de verdad, los que están conmigo por como soy y quien soy los he hecho en la fundación. Nos queremos, nos aceptamos y nos ayudamos, son mi pandilla!!. Ahora tengo amigos por toda españa!!!
Por muy mal que esté, con dolor o ingresada, los viajes y las actividades con la funda son mi mejor medicina.
La ilusión y las ganas de ir con ellos me curan rápido y las risas, la alegría, el cariño, la aventura, las noches en vela hablando, los juegos, las zapatillas colgando de las barandillas, las personas nuevas que concozco, los lugares tan bonitos que veo, el mar, la montaña….Son mi ibuprofeono, mis antibióticos y mi morfina….Son mi libertad!!!
Pero hay algo malo en la fundación….Y tengo que decirlo…y es que el tiempo con ellos pasa tán rápido!! Que los viajes se me hacen cortos, muy cortos, ¡ por favor, queremos más!!
Os quiero a todos los que formáis parte de la fundación y háceis realidad nuestros deseos.
Ah!!! Y he hecho estos dos años cosas que otros niños no hacen, ¿quién puede viajar en un avión hércules, o entrar en una base militar? , ¿ quién puede dormir dentro de un palacio y tumbarse en la cama de la reina? …por todo esto y mucho más espero y quiero seguir muchos años con la fundación!!!!
Gracias a la esperanza y fuerza de las personas te nutres a nivel personal, emocional y vivencial creando a su vez, una cadena de “choques” positivos,que se van expandiendo poco a poco y que se trasladan también a otros niveles.
Una pequeña semilla que se riega entre todos, que se retroalimenta a sí misma con el fin de cambiar el mundo